Resumen
El despojo de tierras indígenas perturba la cohesión social y política, las prácticas culturales y la seguridad futura de las comunidades. Desde principios del siglo XXI, el movimiento mundial por los derechos indígenas ha experimentado un auge que ha conducido a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007) y a una mayor concienciación sobre cuestiones indígenas. Un elemento central de este movimiento es la iniciativa “land back” (recuperación de tierras), que incluye audiencias sobre reivindicaciones de tierras, el reconocimiento de reservas indígenas existentes, la restitución de tierras a custodia indígena y reparaciones económicas. Muchas comunidades indígenas están aplicando modelos autónomos de recuperación de tierras. Las reparaciones monetarias voluntarias, o “impuestos de honor”, permiten a particulares y empresas no indígenas contribuir económicamente al bienestar indígena. La Comunidad Nisenan de la Ranchería Nevada City ejemplifica esta estrategia a través de su Programa de Reciprocidad de Tierras Ancestrales (AHRP, por sus siglas en inglés), que se puso en marcha en 2018. El AHRP recauda donativos de residentes y empresas para apoyar a la organización sin ánimo de lucro de la Comunidad, el Proyecto de Investigación Indígena del Patrimonio de California (CHIRP, por sus siglas en inglés). El AHRP proporciona financiación esencial y sin restricciones para la Comunidad, abordando necesidades urgentes como la atención sanitaria, el transporte y el apoyo a iniciativas culturales. Basado en el concepto de “reciprocidad”, el AHRP fomenta relaciones comuntarias más sólidas y la concienciación pública sobre las injusticias históricas. Este modelo garantiza el apoyo financiero y fomenta el respeto mutuo y el compromiso con las comunidades vecinas, sirviendo de poderoso ejemplo para otras comunidades no reconocidas y para el movimiento mundial por los derechos indígenas.
El despojo de las tierras indígenas socava la capacidad de las comunidades para mantener la cohesión social y política, conservar las prácticas culturales e imaginar un futuro seguro. El primer cuarto del siglo XXI ha sido testigo del surgimiento de un movimiento mundial por los derechos de los pueblos indígenas, lo que ha conducido a la adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), a una mayor concienciación sobre la discriminación y el despojo sufridos por los grupos indígenas, y a un mayor llamamiento a la autodeterminación sociopolítica, económica y cultural.1 Un elemento central de este movimiento ha sido el concepto de “land back”, o la restitución de tierras indígenas a sus legítimos custodios, de una forma u otra. Esto se ha materializado de cuatro formas principales: (1) un reconocimiento cada vez mayor de las reservas o ejidos previamente establecidos para las comunidades indígenas por tratado o política gubernamental; (2) audiencias patrocinadas por el gobierno sobre reclamaciones de tierras para adjudicar indemnizaciones a las comunidades indígenas, que pueden o no incluir derechos sobre la tierra; (3) la restitución de tierras a las comunidades indígenas; y (4) reparaciones económicas obligatorias o voluntarias. Los grupos indígenas de toda América han propuesto variaciones de estas cuatro formas de reparación en sus contextos políticos concretos.
Sobre todo ante la falta de un fuerte apoyo o reconocimiento gubernamental, las comunidades indígenas están explorando medios alternativos para recuperar sus tierras por sí mismas. El modelo de las reparaciones económicas voluntarias resulta especialmente atractivo porque la capacidad de abogar por dichas reparaciones está en manos de las propias comunidades indígenas. Aunque la compensación monetaria no equivalga a la restitución de tierras, proporciona financiación para programas sociales y culturales, el desarrollo económico y la adquisición de tierras. Estos “impuestos” voluntarios sobre la tierra, también conocidos como “impuestos de honor”, son un mecanismo mediante el cual particulares y empresas no indígenas pueden aportar fondos a las comunidades directamente o a otras organizaciones que promueven el bienestar indígena. Los impuestos voluntarios sobre la tierra reconocen el daño continuo que sufren las comunidades indígenas como resultado del despojo de sus tierras y sirven como forma de reparación. Esta estrategia ha cobrado fuerza sobre todo en Estados Unidos, donde las organizaciones sin ánimo de lucro pueden gestionar los impuestos voluntarios sobre la tierra como donativos.2 Un ejemplo notable es el Programa de Reciprocidad de Tierras Ancestrales (AHRP, por sus siglas en inglés) de la Comunidad Nisenan de la Ranchería Nevada City (NCRNT, por sus siglas en inglés).
La NCRNT es una comunidad indígena no reconocida a nivel federal que reside en Nevada City, California. Antes de la Fiebre del Oro de California en 1849, las comunidades indígenas de habla nisenan habitaban la región delimitada por el río Sacramento al oeste y el río Consumnes al sur. Su territorio se extendía hacia el este hasta la cresta de las montañas de la Sierra Nevada y hacia el norte hasta la bifurcación norte del río ‘Uba (Yuba), abarcando la región de la actual Nevada City. En 1891, la NCRNT obtuvo su primer título legal de propiedad de tierras mediante la concesión de aproximadamente 75 acres de tierra a un miembro de la Comunidad, que quedó en fideicomiso del Gobierno de Estados Unidos. En 1913, el presidente Woodrow Wilson firmó una orden ejecutiva que designaba la misma parcela de tierra adjudicada como reserva para la “Comunidad de Indios Nevada o Colonia”. A pesar del relativo éxito de la Comunidad en el mantenimiento de una base territorial ancestral, la NCRNT fue nombrada en la Ley de Rancherías de California de 1958, lo que llevó a la terminación de su reconocimiento federal en 1964. En la actualidad, la NCRNT es una de las varias comunidades de California cuyo estatus federal fue revocado, lo que supuso la venta de sus tierras y la pérdida de servicios federales. Como la mayoría de las comunidades no reconocidas, la falta de reconocimiento priva a los NCRNT de su derecho a la libertad de práctica religiosa, a la repatriación de artefactos culturales robados y al acceso a programas federales de asistencia sanitaria, vivienda, educación y empleo. Además, la falta de reconocimiento conlleva que los miembros de NCRNT a menudo queden excluidos de las conversaciones y los procesos de toma de decisiones que impactan en sus tierras y recursos ancestrales.3
La NCRNT se enfrenta a grandes dificultades para su supervivencia como comunidad debido a la terminación de su reconocimiento federal y la venta de las tierras de su reserva. En 2014, la NCRNT creó el Proyecto de Investigación Indígena del Patrimonio de California (CHIRP, por sus siglas en inglés), una iniciativa sin ánimo de lucro supervisada por el Consejo Tribal de la Ranchería Nevada City. El objetivo de CHIRP es “investigar, documentar y preservar la historia y la cultura de la Comunidad Nisenan de la Ranchería Nevada City”.4 Desde su creación, el alcance de la misión de CHIRP se ha ampliado de tal manera que CHIRP “imita de manera innovadora” a los programas federales para “apoyar la preservación, protección y perpetuación del Pueblo Nisenan y su cultura en el futuro, abogando a la vez por la restauración del reconocimiento federal de la Ranchería Nevada City”.5 Sin embargo, la cuestión de cómo financiar estos esfuerzos es de gran importancia.
Folleto del Programa de Reciprocidad de Tierras Ancestrales. Más información en NISENAN.ORG. Cortesía de la Nevada City Rancheria Nisenan Tribe. Arte de Jenny Hale; Fotografía de la Nevada City Rancheria, Aeron Miller, Craig Silberman y Ember Amador.
En el contexto del despojo de los NCRNT, la creación del AHRP ha demostrado ser una vía novedosa y muy eficaz para recuperar derechos y recursos dentro de sus tierras tradicionales. Desde 2018, el AHRP, una iniciativa comunitaria inspirada en programas de reparaciones, ha posibilitado a la Comunidad restablecer numerosas instituciones políticas y culturales perdidas por el despojo. Por esta razón, el AHRP es una fuente vital de financiación continua y sin restricciones. El AHRP pide a los individuos y empresas residentes del territorio ancestral de la NCRNT que realicen aportaciones económicas al CHIRP en cuotas mensuales, anuales y, en ocasiones, únicas. El AHRP recomienda que los contribuyentes calculen sus donaciones como un porcentaje de los ingresos mensuales o anuales, una contribución mensual o anual fija, un porcentaje de las ventas de un producto o un porcentaje del valor anual de una propiedad.6 Si su trayectoria actual sirve de indicación, el AHRP podría convertirse en un marco sostenible de importante beneficio material para la NCRNT. Cuando el CHIRP comenzó el programa de impuestos de honor en 2018, terminaron el año fiscal con $ 2,726, donados al programa por siete donantes individuales y tres empresas. Cinco años después, en 2023, el AHRP recaudó un total de 132.008 dólares procedentes de 260 donantes particulares y 60 empresas.7
El AHRP ha sido una fuente de importantes beneficios materiales para la NCRNT. En primer lugar, los fondos del AHRP se han utilizado para financiar directamente las necesidades urgentes de los miembros de la Comunidad, la mayoría de los cuales viven por debajo del umbral de pobreza en el condado de Nevada.8 Esto incluye cubrir gastos como el seguro y la matriculación de los coches, lo que permite a los miembros de la Comunidad mantener el acceso al transporte. El AHRP también ha financiado gastos sanitarios directos, ya que muchos miembros de la Comunidad están excluidos de los servicios sanitarios federales y no pueden permitirse un seguro privado. Más allá del apoyo directo a los miembros de la Comunidad, el AHRP ha financiado de manera integral la revitalización de programas lingüísticos y culturales, cubriendo los salarios del personal de CHIRP y los gastos operativos de todos los proyectos y actividades relacionados. En última instancia, el amplio apoyo desplegado a través del AHRP facilita la agencia y autonomía de la NCRNT en la gestión de asuntos tribales y la restauración de la Comunidad al margen de los mecanismos gubernamentales formales. Al contar con una fuente continua de financiación no restringida, la Comunidad puede dirigir y gestionar sus programas de manera autónoma, sin estar sujeta a las exigencias de los donantes ni a los modelos filantrópicos occidentales.
Basado en el concepto de “reciprocidad” de la NCRNT, el AHRP también se ha convertido en una fuente clave de visibilidad y legitimidad para la Comunidad dentro de la comunidad local. Desde la perspectiva de la Comunidad, la reciprocidad se refiere al intercambio mutuo y la interconexión entre individuos, comunidades y el medio ambiente. La NCRNT afirma que “la Reciprocidad se basa en la mentalidad de que tenemos una responsabilidad con nuestras comunidades y con la Tierra, y de que nuestra Liberación Colectiva depende de nuestra capacidad para apoyar a los que tienen menos recursos que nosotros. Al integrar la Reciprocidad en nuestra práctica diaria, nos acercamos a vivir en Correcta Relación con nosotros mismos, con nuestras comunidades y con la Tierra”.9 Este enfoque ha dado lugar a relaciones comunitarias más cercanas y redes de apoyo que han facilitado el acceso de la Comunidad a espacios sociales y políticos con mayor influencia a pesar de la falta de reconocimiento formal por parte del Gobierno estadounidense.10
En concreto, al fomentar el respeto mutuo y el compromiso con los residentes no indígenas, el AHRP anima al público a “profundizar en su comprensión” y reconocimiento de las injusticias históricas y actuales que afectan a los pueblos indígenas en el condado de Nevada y en California en general.11 Por lo tanto, al participar en un programa de reparaciones, los miembros comunitarios no indígenas se convierten en participantes activos en los procesos de reconciliación histórica y justicia reparadora. Este enfoque da prioridad a la reparación de las conexiones sociales y mejora la comunicación entre la Comunidad y la comunidad local del condado de Nevada. El éxito de este enfoque está directamente relacionado con el hecho de que CHIRP plantee las donaciones como una sugerencia y no una exigencia. Este enfoque destaca el compromiso de la Comunidad con la creación de relaciones sólidas y una colaboración genuina con la comunidad no indígena, para construir un futuro basado en el respeto mutuo y el reconocimiento de los acontecimientos históricos que marcaron el despojo de la Comunidad en el condado de Nevada.
El AHRP sirve de modelo para otros programas de impuestos voluntarios sobre la tierra y de reparaciones. Además de proporcionar una fuente de financiación para apoyar las necesidades financieras, sociales y culturales de la Comunidad, el AHRP promueve la reciprocidad comunitaria, fortalece las relaciones con los residentes no indígenas y fomenta una mayor concienciación pública sobre las injusticias históricas. Al considerar los donativos voluntarios y respetuosos, la NCRNT ha creado una red de apoyo que beneficia tanto a la Comunidad como a la comunidad no indígena de la zona de Nevada City. El enfoque de la NCRNT respecto a la financiación y la participación comunitaria es, por tanto, un poderoso ejemplo para otras comunidades no reconocidas y para el movimiento global por los derechos indígenas. Las iniciativas estratégicas sin ánimo de lucro de la Comunidad y su énfasis en las relaciones recíprocas demuestran que las comunidades indígenas pueden superar las dificultades generadas por el despojo histórico y trabajar para recuperar su reconocimiento y autonomía.
Referencias
Amador, Ember, Asistente Ejecutivo del California Heritage: Indigenous Research Project. Mensaje de voz al autor. 26 de mayo de 2024.
“Ancestral Homelands.” California Heritage: Indigenous Research Project. Consultado el 27 de mayo de 2024. https://chirpca.org/ancestral-homelands.
“California Heritage: Indigenous Research Project.” California Heritage: Indigenous Research Project. Consultado el 1 de junio de 2023. https://chirpca.org/.
Campos, Diana, y Megan Renoir, “Indigenous Rights and Effective Climate Resilience: A Case Study of the Federally ‘Terminated’ Nevada City Rancheria Nisenan Tribe and Effective Management of Climate Vulnerabilities in Northern California, USA,” CDA Collaborative Learning Projects, julio de 2023.
Johnson, Richard B. History of Us: Nisenan Tribe of the Nevada City Rancheria. Santa Rosa, CA: Comstock Bonanza Press, 2018.
Niezen, Ronald. The Origins of Indigenism: Human Rights and the Politics of Identity. Berkeley, CA: University of California Press, 2003.
Renoir, Megan, y Shelly Covert. “Recognition as Resilience: How an Unrecognized Indigenous Nation Is Using Visibility as a Pathway Towards Restorative Justice.” American Historical Review, Special Issue on Histories of Resilience, 2024.
Schueller, Brooke, y Avery White. “The California Tribe the Government Tried to Erase in the 60s.” Vice, 17 de enero de 2018. https://www.vice.com/en/article/vbyxnx/the-california-tribe-the-government-tried-to-erase-in-the-60s-456.
“Voluntary Land Taxes.” Native Land Governance Center. 9 de marzo de 2021. https://nativegov.org/news/voluntary-land-taxes/.
Para más información sobre el movimiento mundial por los derechos indígenas, véase Ronald Niezen, The Origins of Indigenism: Human Rights and the Politics of Identity (Berkeley, CA: University of California Press, 2003). ↩︎
Véase “Voluntary Land Taxes”, Native Land Governance Center, 9 de marzo de 2021, https://nativegov.org/news/voluntary-land-taxes/. ↩︎
Para saber más sobre la NCRNT, véase Richard B. Johnson, History of Us: Nisenan Tribe of the Nevada City Rancheria (Santa Rosa, CA: Comstock Bonanza Press, 2018). ↩︎
“California Heritage: Indigenous Research Project”, consultado el 1 de junio de 2023, https://chirpca.org/. ↩︎
“California Heritage: Indigenous Research Project.” ↩︎
“Ancestral Homelands”, California Heritage: Indigenous Research Project, consultado el 27 de mayo de 2024, https://chirpca.org/ancestral-homelands. ↩︎
Ember Amador, Asistente Ejecutiva del California Heritage: Indigenous Research Project, mensaje de voz al autor, 26 de mayo de 2024. ↩︎
Brooke Schueller y Avery White, “The California Tribe the Government Tried to Erase in the 60s”, Vice, 17 de enero de 2018, https://www.vice.com/en/article/vbyxnx/the-california-tribe-the-government-tried-to-erase-in-the-60s-456. ↩︎
“Ancestral Homelands.” ↩︎
Megan Renoir and Shelly Covert, “Recognition as Resilience: How an Unrecognized Indigenous Nation Is Using Visibility as a Pathway Towards Restorative Justice”, American Historical Review, Special Issue on Histories of Resilience, 2024. ↩︎
Diana Campos y Megan Renoir, “Indigenous Rights and Effective Climate Resilience: A Case Study of the Federally ‘Terminated’ Nevada City Rancheria Nisenan Tribe and Effective Management of Climate Vulnerabilities in Northern California, USA”, CDA Collaborative Learning Projects, julio de 2023, https://www.cdacollaborative.org/publication/indigenous-rights-and-effective-climate-resilience/. ↩︎